Muchos creen que el cristianismo se trata de vivir una vida cómoda y agradable utilizando una antigua frase de cuentos de hadas que dice “Y vivieron felices por siempre” y si no se cumple esto en ellos, es porque debe de haber algo mal en Dios.
Tampoco se trata de acercarse a Dios como un medio por el cual se concederán todos los deseos egoístas sin límite que las personas puedan tener.
El Evangelio no es un modo de vida para ser exitosos, ni mucho menos trata de seguir una serie de pasos para prosperar económicamente. Lamentable este estereotipo se ha estado divulgando por los medios de comunicación masiva como un gancho de mercadotecnia para atraer personas como la miel a los osos; y valla que lucrar con el Evangelio les ha resultado una excelente fuente de ingresos, pero la Palabra de Dios habla de estos falsos maestros y de las personas que los seguirán, haciendo todo lo malo que se les antoje y por culpa de ellos, la gente hablara mas de los cristianos y de su modo de vivir; también que estas personas desearan tener mas y mas dinero, y lo ganarán enseñando mentiras. Pero Dios ya decidió castigarlos desde hace mucho tiempo, y no se salvaran de ese castigo. (2 Pedro 1-3).
Cristo mismo sabia de estas personas que lo buscaban fervientemente, pero en realidad no a el, sino por la ganancia que podían obtener de El. -“Ustedes me buscan no por las señales, sino por que comieron y se llenaron”, fue la declaración de Cristo en contra de estas personas, si Cristo caminara hoy en la tierra, les diría esta misma frase “Ustedes me buscan no para que los salve, sino para que los haga millonarios”.
La realidad sobre el verdadero y único Evangelio de Cristo es que es una sentencia de muerte para la carne y los deseos vanos de esta vida, es por eso que el hombre natural ni loco viene a creer en el, pues no se adapta a su estilo de vida, solo una persona que haya recibido vida de parte de Dios puede creer y obedecer el mensaje del Evangelio con mucho gozo “El que quiera venir en pos de mi , niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame”, solo un verdadero creyente puede decir confiadamente Amén a esta afirmación del Señor Jesucristo y no solo eso, sino obedecerla.
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La Realidad del Evangelio
Hno. Isaac Rodriguez 11.oct.12
La realidad del Evangelio
